En un encendido comunicado de prensa, la diputada Dinorah Barquero, del Partido Liberación Nacional (PLN), expresó su rechazo ante lo que calificó como una grave amenaza a la libertad de expresión tras las recientes decisiones de Kölbi y el Banco Popular de ajustar su relación comercial con el programa navideño de Teletica, El Chinamo.
Ambas empresas tomaron esta medida luego de las críticas generadas por el controvertido segmento de los chinaokes, los cuales abordaron temas como la inseguridad, el costo de vida y la atención en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Mientras Kölbi decidió retirarse completamente como patrocinador del programa, el Banco Popular optó por limitar su participación, manteniendo su apoyo económico únicamente a la sección El Aguinaldazo.
Sin embargo, para la diputada Barquero, estas decisiones responden a una “burda intervención” del gobierno y representan un acto de censura inaceptable en una democracia como la costarricense.
En su comunicado, Barquero señaló directamente al presidente Rodrigo Chaves, acusándolo de liderar una serie de ataques y represalias contra medios de comunicación y espacios críticos a su gestión.
Según la legisladora, este patrón de “amenazas y represalias” pone en peligro los pilares fundamentales de la democracia costarricense: la libertad de prensa, la pluralidad de voces y la transparencia.
“Es preocupante que estas acciones formen parte de un patrón de amenazas y represalias tanto para opositores como para medios considerados hostiles por el gobierno. No debemos pasar por alto que el presidente ha liderado ataques casi a diario contra periodistas y medios críticos, como ocurrió con Héctor Guzmán, La Reacción y el periodista Danilo Chaves en Casa Presidencial”, afirmó.
Barquero advirtió que cualquier intento por limitar la crítica o controlar la narrativa pública es un riesgo que podría acercar al país a un modelo autoritario, alejándose de la tradición democrática y pacífica que ha caracterizado a Costa Rica.
Finalmente, hizo un llamado a la ciudadanía, a las instituciones y a las empresas privadas para permanecer vigilantes y defender los valores democráticos, subrayando que “la tolerancia hacia la diversidad de pensamiento y la crítica son esenciales para la estabilidad de la nación”.
El pronunciamiento de Barquero llega en un momento de gran debate sobre los límites de la libertad de expresión y el rol de los patrocinadores en la televisión nacional, marcando un nuevo episodio en la relación entre los medios de comunicación, las empresas y el gobierno de Rodrigo Chaves.
